En esta navidad el niño que trae salvación a nuestra vida se llama "Jesús". "Él es la fuente de la vida" que nos da un corazón nuevo para amar profundamente a los demás, vivir con gozo abundante nuestra felicidad, caminar con firmeza en el bien y gozar de una esperanza renovada.
Vivir con un corazón nuevo la fiesta de la navidad es el gran milagro que hace en ti y en mí el niño Jesús; pero debemos preguntarnos: ¿En quién he puesto mi esperanza?, ¿Hacia dónde he caminado todo este tiempo?.
Si no he caminado en la senda del Señor he de volver hacia Él "la fuente de la vida ¿hacia dónde? ¿hacia qué dirección?.
He de caminar hacia el pobre pesebre de mi corazón, un corazón que lo veo en ruinas, lleno de miserias, de pobreza cada día donde el niño Jesús ha elegido como el lugar especial para nacer en está noche santa. Crees en lo que acabo de afirmar que tu corazón y el mío es lugar especial para que nazca nuestro salvador y redentor. Aunque te cueste entenderlo y creerlo, créelo porque el Hijo de Dios se hizo hombre para que creas en su salvación.
José, hombre justo y María Virgen quien lleva en su seno al niño Jesús está tocando cada aurora y ocaso del nuevo día la puerta de nuestro pobre pesebre, ábranle la puerta del corazón que Jesús viene a salvar, viene con la paz, viene a encontrarnos en unidad, viene a traernos reconciliación, alegría.
Hemos de caminar juntos guiados por la voz de su Palabra, nuestra estrella que va delante que nos conduce hacia el encuentro del niño Jesús que ha querido quedarse en nuestro pobre pesebre y espera una respuesta de amor de sus amigos. Él ha querido quedarse contigo y darte un corazón redimido por su gracia y amor; que en ésta navidad el niño Jesús:
Te llene de vida abundante, de todo su amor.
Te sientas seguro de su presencia en tu caminar y no tengas que separarte de Él.
Te ilumine para que puedas contemplarlo, adorarlo a tu gran riqueza porque el hombre vive para posesionarse de Él.
Más que desearte un año nuevo, te deseo un día nuevo donde ambos como amigos podamos experimentar el amor y las bendiciones de Dios en nuestra vida.
Un día nuevo que tengamos un corazón agradecido a Dios y a las personas que amamos.
Un día nuevo, donde marque la diferencia de ser mejor persona en las manos de Dios porque sólo así viviré y podré amar a los demás.
Un día nuevo que acoja y escuche la voz del Señor para no tener que mirar otro camino que no sea el de Él.
Un día nuevo donde cuide y valore el don de nuestra existencia.
Un día nuevo donde algo nuevo cambia en nosotros cuando Dios es nuestra compañía y que su amor nos proteja, pues nuestra conversión y salvación se vive hoy.
Fr. Rony Arturo Diaz Manuyama OSA.
Lima – Perú