“En estas circunstancias y en calidad de presidente de la República, pido perdón en nombre del Estado salvadoreño por ese magnicidio perpetrado hace 30 años”, ha afirmado Funes durante un acto oficial.
El gobernante, del izquierdista Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), se ha disculpado ante la familia de Romero, a la que ha expresado sus “más sinceras condolencias” y su respaldo “incondicional en su lucha por el esclarecimiento de la verdad”. Gaspar Romero, hermano del prelado, ha aceptado el perdón solicitado por Funes.
GRUPOS ARMADOS ILEGALES EJERCIERON EL TERROR
El mandatario, el primero de izquierda en la historia de El Salvador, ha reconocido que Romero “fue víctima de la violencia ilegal que perpetró un escuadrón de la muerte”.
“Este tipo de grupos armados ilegales ejercieron el terror de manera generalizada entre la población civil durante aquellos años aciagos, dejando tras de sí miles de víctimas. Dichos escuadrones de la muerte, lamentablemente actuaron bajo la cobertura, colaboración, aquiescencia o participación de agentes estatales”, ha añadido.
Funes ha recordado que los integrantes del “grupo violento” que consumó el asesinato “han sido ya identificados por instancias internacionales de investigación, tanto del sistema de Naciones Unidas, como del Sistema Interamericano de Derechos Humanos”.
“EXISTE PLENA EVIDENCIA DE LA PARTICIPACIÓN DEL GOBIERNO”
El presidente ha dicho que “nuestro Gobierno ha aceptado la validez jurídica de estos informes ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, por lo que resulta inobjetable nuestro reconocimiento oficial a la verdad” sobre el asesinato de monseñor Romero.
Según la Comisión de la Verdad que investigó los crímenes durante la guerra civil salvadoreña (1980-1992), “existe plena evidencia” de la participación del ya fallecido Roberto D’Aubuisson, fundador de la derechista Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), partido que gobernó el país entre 1989 y junio de 2009.
Mientras tanto la causa para la beatificación del obispo salvadoreño "está parada", indicaron fuentes vaticanas a la agencia de noticias religiosa I.Media.
La causa para la beatificación del religioso centroamericano, abierta desde 1994, ha encontrado numerosos obstáculos en el Vaticano, por lo que algunos observadores llegaron a denunciar presiones políticas.
"La causa de monseñor Romero no avanza, está parada, la calma reina", declaró la misma fuente, pese al reciente pedido hecho por la Conferencia Episcopal de El Salvador al papa Benedicto XVI en el que solicita "una conclusión rápida" del proceso.
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