En el Vaticano dan a conocer nueva lista de pecados capitales
Contaminación, manipulación genética e injusticia social son algunos
CIUDAD DEL VATICANO [EL COMERCIO / AGENCIAS]. La manipulación genética, experimentos en las personas, la contaminación ambiental, consumir o traficar drogas, la injusticia y las desigualdades sociales son algunos de los nuevos pecados que se suman a los originales condenados por la Iglesia Católica, hecho que ha sido considerado como la adaptación de esta institución eclesiástica a los tiempos modernos.
Monseñor Gianfranco Girotti, director de la Penitenciaría Apostólica, organismo que supervisa la confesión y las indulgencias plenarias de la Iglesia, elaboró una nueva lista de pecados capitales más acorde con la época.
En una entrevista titulada "Nuevas formas de pecado social" realizada por "L'Osservatore Romano" , el periódico del Vaticano, Girotti evaluó que no solamente se ofende a Dios al robar, blasfemar, o desear la mujer del prójimo.
El monseñor consideró que son pecados el daño del medio ambiente, los experimentos científicos dudosos, la manipulación genética, acumular riquezas en exceso, consumir o traficar drogas, además de ocasionar pobreza, injusticia y desigualdad social.
Consultado sobre cuáles creía eran los "nuevos pecados" de la actualidad, Girotti dijo que la mayor zona de peligro para el alma moderna es el en gran parte inexplorado mundo de la bioética.
"En la bioética hay áreas donde debemos denunciar algunas violaciones de los derechos fundamentales de la naturaleza humana a través de experimentos y manipulación genética cuyo resultado es difícil de predecir y controlar", explicó el funcionario vaticano.
De esta manera, el Vaticano ha dicho a sus fieles que deben tener cuidado de los nuevos pecados, como causar deterioro medioambiental, contaminar la Tierra, la manipulación genética, entre otros.
El Vaticano se opone a la investigación con células madre que involucre la destrucción de embriones y se ha manifestado en contra de la posibilidad de realizar clonaciones humanas.
LLAMADO
En meses recientes, el papa Benedicto XVI ha hecho distintos llamados a la protección del medio ambiente y ha dicho que temas como el cambio climático se han vuelto de importancia extrema para toda la humanidad.
Bajo el pontificado de Benedicto XVI y su predecesor Juan Pablo II, el Vaticano se ha vuelto progresivamente "verde".
El Estado Vaticano ha instalado células fotovoltaicas en edificios para producir electricidad y organizó una conferencia científica para discutir las ramificaciones del calentamiento global y el cambio climático.
CLAVES
A La Penitenciaría Apostólica Vaticana, que lidia con materias de conciencia, también mencionó el tráfico de drogas y las injusticias sociales y económicas como pecados modernos.
B Monseñor Gianfranco Girotti también lamentó que cada vez menos católicos vayan a confesarse. Un estudio de la Universidad Católica de Milán mostró que hasta un 60% de los fieles católicos en Italia dejó de ir a la confesión.
C En el sacramento de la penitencia, los católicos confiesan sus pecados a un sacerdote que los absuelve en el nombre de Dios.
PUNTO DE VISTA
Acorde con los nuevos tiempos*
No sorprende que el Vaticano haya mencionado entre las nuevas formas de pecado a la manipulación genética, en particular la clonación humana y la investigación con células madres siempre que involucre la destrucción de los embriones.
Desde la aparición de estas técnicas hace ya 20 años, el Vaticano ha seguido de cerca la evolución científica y ha contribuido a desarrollar desde una perspectiva cristiana la bioética. Esta se convierte en una disciplina de especial preocupación para los teólogos y los estudiosos de los cánones porque es sencillamente muy difícil predecir y controlar el desarrollo de la ciencia y la responsabilidad moral y jurídica del hombre de ciencia.
Debe saludarse por otro lado que se haya reiterado una vez más que el tráfico de drogas y las injusticias sociales constituyen expresiones de la pecaminosidad contemporánea. Se cometería aquí diversos atentados: contra la vida y la salud, contra la dignidad del hombre y contra el medio ambiente. Este es un asunto que concierne directamente a la sociedad peruana. La comisión del pecado (sin perjuicio de las responsabilidades de carácter penal) encierra un conjunto de actividades que van desde la producción de la droga hasta el lavado de dinero; desde la participación directa en los procesos de producción, comercialización y distribución, ya sea a título oneroso o gratuito, hasta el papel de prevención sanitaria, la eventual inacción de la policía y del sistema de justicia.
Conviene advertir que en el mensaje de la Iglesia no solo debe castigarse el pecado sino también evitarlo. La Iglesia también ha insistido en renovar la eucaristía y la confesión, "fármaco de la inmortalidad del alma", como la ha llamado Benedicto XVI.
* Carlos Ramos Núñez. Profesor de Historia del Derecho
