Los tres clérigos ya están casi acostumbrados a las grandes presentaciones y hasta llegaron a cantar ante el desaparecido papa Juan Pablo II
Londres, (DPA) - Los fans de estos cantantes no les arrojan ropa interior, no gritan ni se desmayan. No, estos fans están sentados en la Iglesia. Y realmente veneran a sus ídolos.
Los sacerdotes Martin y Eugene O'Hagan, así como David Delargy son famosos al menos en su Irlanda del Norte natal.
Agrupados bajo el moderno nombre de "The Priests" cantan clásicos espirituales y ya tienen un contrato de grabación con el gigante de la música SonyBMG. Ahora, sólo les falta conquistar el mundo.
Para ello, la discográfica tiene grandes planes con estos tres compañeros de escuela en el pasado, que actualmente tienen entre 44 y 48 años. El primer álbum de los sacerdotes, titulado simplemente "The Priests" será lanzado mañana viernes, oportunamente antes de Navidad, en gran cantidad de países.
Sin embargo, pese a que SonyBMG hizo funcionar la máquina de marketing para estos sacerdotes católicos como para las estrellas pop, ellos no quieren que se los vea como "Boygroup".
"Nosotros somos ante todo sacerdotes. Con el álbum queremos construir un puente entre la Iglesia y el mundo", dijo Delargy.
Tanto él como sus colegas esperan ofrecer un remanso en la vida cotidiana con canciones cristianas como "Ave Maria", "O Holy Night" y "Benedictus".
"Las personas están cada vez más ocupadas, la vida es cada vez más agitada. La música de la Iglesia ayuda a volver a la calma", explicó Delargy.
Sin embargo, el trío tiene cada vez más trajín. El trabajo de promoción ocupa mucho tiempo. En Italia los sacerdotes dieron más de 20 entrevistas, y la actividad siguió en las metrópolis de la música Londres y Nueva York.
Los tres clérigos ya están casi acostumbrados a las grandes presentaciones. Durante su formación para sacerdotes en Roma también tuvieron clases de canto. Y entonces pudieron cantar ante el papa Juan Pablo II.
Sin embargo, en sus diócesis natal Down y Connor les falta fuerte apoyo. "Las personas aquí son más bien tímidas a la hora de cantar en la Iglesia, no como en Baviera, allí es verdaderamente apasionado", dijo Delargy, quien trabajó temporalmente en Alemania.
Ya en la juventud, los clérigos soñaban con lanzar su propio disco. El contrato, por más de un millón de euros (1,25 millones de dólares), vino como caído del cielo. "No lo podíamos creer, fue como un sueño", dijo Delargy.
Los hermanos recibieron condiciones excepcionales en el contrato, nunca antes incluidas. Fechas fijadas para actividades de promoción pueden ser suspendidas si hay un entierro en la comunidad. Y tampoco son obligatorias las presentaciones, si están en conflicto con su fe. Otra concesión es que el álbum también será lanzado en el Vaticano, que en otros casos no es un mercado muy interesante para la música.
El sello está convencido de que con los cantos casi angelicales de los sacerdotes lograrán una buena facturación. "Creo que encontramos tres astros pop", dijo Nick Raphael, el director Epic Record, la compañía discográfica de Sony BMG. "Ellos serán superastros mundiales maravillosos".
Sin embargo, para los sacerdotes, tanto entusiasmo les es más bien extraño. El objetivo de ellos es transmitir el mensaje cristiano.
Respecto del hecho de que haya algunas fans femeninas que manifiesten entusiasmo por los cantantes, Delargy comentó con modestia: "Por supuesto que en la parroquia hay mujeres que nos siguen. Pero ya no somos hombres jóvenes, eso lo debemos aceptar".