Berlín seguirá siendo de momento "la capital del ateísmo moderno", como acuñó ya en los años setenta el psicólogo estadounidense Peter Berger. Pese al empeño de las iglesias católica y protestante, de la conservadora Unión Cristianodemócrata (CDU) de la capital respaldada por la canciller federal Angela Merkel y de algunas asociaciones judías y musulmanas, la asignatura de Religión no volverá a ser obligatoria entre los estudiantes de 12-16 años. Las urnas han hablado.
Con temperaturas el domingo de entre 20 y 25 grados en una ciudad-estado con 220.000 habitantes de origen turco y donde el 65% de la población afirma no tener confesión alguna –en muchos casos para no pagar impuestos por ello-, apenas 710.000 (el 29,2%) de los 2,4 millones de votantes acudieron a votar en el referéndum. El 51,3% dijo 'no'.
La iniciativa 'Pro Reli', encabezada por personalidades como el político Christoph Lehmann o el popular presentador de TV Günther Jauch, tenía como objetivo derogar una ley del Senado de Berlín aprobada en 2006 y que eliminaba la asignatura de Religión como puntuable para el 'Abitur' o acceso a la Universidad, manteniéndola como voluntaria. Asimismo establecía como obligatoria para todos los estudiantes la materia de Ética, donde se enseñan valores fundamentales de la sociedad democrática, según el Gobierno local.
El gran vencedor es sin duda el alcalde de Berlín, Klaus Wowereit (SPD), en alianza con la amalgama de ex comunistas y socialdemócratas decepcionados agrupados bajo La Izquierda. A ellos se han unido a favor de una asignatura común para todos los alumnos berlineses varias congregaciones de católicos resentidos con el Vaticano por sus últimas decisiones, incluido el ataque contra el uso del condón y la "rehabilitación" de religiosos ultraconservadores y "negacionistas" del Holocausto.
El regidor se sabe imbatible en la actualidad y ya se ha impuesto en menos de un año en dos consultas populares movilizadas por los conservadores, la anterior sobre el cierre definitivo del aeropuerto urbano de Tempelhof.
Durante la campaña Wowereit no dudó en atacar sin piedad a su amigo Günther Jauch y al lema de 'Pro Reli', 'Por la libertad de elegir'. En la noche del domingo regresaba por sus fueros y calificaba a los instigadores del referéndum de "estar fuera de onda con lo que ocurre en Berlín". "Han hablado de libertad como si los rusos estuvieran a punto de invadirnos", bromeaba el alcalde de una ciudad que no tiene confesión mayoritaria y donde budistas y musulmanes alauíes son las únicas que le han apoyado sin fisuras.
La ley de 2006 fue modificada en medio de una conmoción social provocada por el asesinato meses antes de la joven alemana de origen turco Hatin Surucu, de 23 años. Su hermano Ayhan, de 18, le descerrajó tres balas a la puerta de su casa en el barrio berlinés de Neukölln, llamado 'La pequeña Estambul'. ¿Su crimen? Llevar un estilo de vida "occidental" en Berlín, capital del multiculturalismo, y tener un hijo de cinco años sin estar casada.
La asignatura obligatoria de Ética en el estado federal alemán de Berlín se asemeja a la controvertida Educación para la Ciudadanía aprobada en España y que prosigue su camino entre numerosos recursos ante la Corte Suprema desde sectores conservadores y católicos. Ambas siguen una recomendación de 2002 del Consejo de Europa, según la cual estas materias deben promover entre los alumnos las ideas de una sociedad libre y plural con especial hincapié en los Derechos Humanos y el Estado de Derecho.
Los derrotados partidarios de la clase de religión obligatoria en Berlín trataron de que el referéndum coincidiera con las elecciones europeas. Algo que quizás hubiera convencido a los berlineses de olvidar por un día el asalto de las márgenes del río Spree, de las playas de los lagos del norte o del pulmón verde de la ciudad, el Tiergarten.
Lehmann se negaba a aceptar el resultado de la votación como una derrota. "Hay quedado claro que Berlín no es una ciudad atea, ya que llevamos meses hablando de religión. Seguiremos adelante", señalaba.El resultado de la consulta del domingo es también una lección de Historia, ya que son los barrios del este de la ciudad, antiguamente situados dentro de la comunista y "atea" República Democrática de Alemania (RDA), han dado la victoria a Wowereit. En el barrio de Marzahn el 77% de los votantes ha dicho "no" a Religión, exactamente el mismo porcentaje que en Lichtenberg. En la circunscripción de Pankow, que alberga el barrio "internacional" y multicultural de Prenzlauer Berg, el 70,9% votó en contra.
Tomado de EL MUNDO (España) 28 abril 2009
No hay comentarios:
Publicar un comentario