La crisis en la selva le pasó factura al presidente García: su aprobación bajó 9 puntos. En este conflicto, el 57% les da la razón a las comunidades nativas y el 18% al gobierno. El 63% dice que Simon debería renunciar. El 73% considera que Cabanillas debería hacer lo mismo. Los efectos de la crisis hicieron disminuir la aprobación en todos los poderes del Estado.
El conflicto en la selva ha sido la peor crisis del gobierno. Los peruanos no perdonan la falta de diálogo y responsabilizan al jefe del Estado (57%) y a la ministra del Interior (39%) de las muertes en Bagua, según este reciente sondeo de El Comercio elaborado por Ipsos Apoyo. Esto explica que la aprobación presidencial haya bajado nueve puntos (de 30% a 21%) y que en el oriente apenas alcance el 10%, arrastrando a todo el régimen. La medición se hizo antes del mensaje a la nación. También desaprueban el desempeño de García (84%) durante la crisis, y el de Pizango con 58% (62% en el oriente urbano).
OPINIÓN
“La política no son realidades, sino percepciones. Más allá de que haya existido una intervención extranjera en Bagua o no, la población distingue dos cosas: por un lado entiende que hay una presencia extranjera (40%) en los conflictos de la selva, pero cuando se trata de definir el origen de los reclamos, la minoría (11%) cree que estos tengan como base una interferencia de gobernantes extranjeros. La gente no está dispuesta a aceptar que toda la explicación gire en torno a una injerencia. Ha habido un problema comunicacional del gobierno”.
FABIÁN NOVAK. ANALISTA INTERNACIONAL
OPINIÓN
“Es positivo que la gente prefiera el diálogo antes que la violencia. Pero en medio de todo seguimos siendo un país altamente presidencialista, con un presidente que asume toda la culpa de lo que haga el Gobierno. Eso me parece preocupante porque la democracia debería fortalecerse más reduciendo el papel presidencial y fortaleciendo otras instancias como el Gabinete o el Congreso. También es grave que la gente no confíe en las cifras del Gobierno. Si no se aprovecha el diálogo, en el 2011 podría fortalecerse el llamado voto de protesta”.
JORGE SANTISTEVAN. EX DEFENSOR DEL PUEBLO
DEL CONSULTOR
La ley de la selva *
El conflicto de la selva representa la peor crisis política que ha sufrido el gobierno en sus casi tres años de gestión: la aprobación presidencial desciende nueve puntos porcentuales y cae la confianza en todas las autoridades e instituciones públicas.
La mayor parte de la población simpatiza con la posición de las comunidades nativas y considera que el gobierno debió consultarlas antes de promulgar los cuestionados decretos legislativos. La mayoría reconoce que sabe poco del contenido de esos decretos, pero aprueba su derogación.
El presidente y su ministra del Interior son señalados como los principales responsables de las muertes ocurridas el 5 de junio. La desconfianza es de tal magnitud que la mayoría cree que en los enfrentamientos murieron más nativos que policías.
Una gran parte considera que ante el bloqueo de una carretera en contra de una ley se debe primero dialogar para ver si la norma requiere algún cambio, pero luego se debe recuperar el orden público. Sin embargo, el uso de las armas por parte de la policía es solo aprobado por los niveles socioeconómicos A y B de Lima.
La mayor parte del país está en contra, quizá por desconfianza en la policía o por sentirse más identificados con quienes toman esas medidas de protesta.
(*) ALFREDO TORRRES. IPSOS APOYO
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