sábado, 5 de julio de 2008

HALLAN RESTOS QUE SERÍAN DEL CURA QUE VOLÓ CON MIL GLOBOS

¿Acabó el misterio en Brasil?

RÍO DE JANEIRO. Un remolcador de la petrolera brasileña Petrobras encontró ayer en alta mar los restos de un cuerpo que "podría corresponder" al sacerdote Adelir de Carli, perdido desde el 20 de abril, cuando realizaba un vuelo con mil globos.

El cuerpo, en estado de descomposición, fue encontrado ayer en la madrugada a 100 kilómetros de la costa de Maricá (Río de Janeiro) y a 1.100 kilómetros al norte de su punto de partida. Fue llevado al Instituto de Medicina Legal, donde los forenses estudian la identidad , informó la empresa.
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Los responsables de Petrobras consideraron que se puede tratar del sacerdote desaparecido por la ropa, que coincidía con la que llevaba De Carli en el día de su desaparición. "Las ropas y las zapatillas indican que se trata del sacerdote", dijo un portavoz de Petrobras.

El sacerdote se perdió el pasado 20 de abril, cuando emprendió el vuelo con la ayuda de cerca de mil globos inflados con helio, desde la ciudad de Paranaguá, en el sureño estado de Paraná, a unos 1.000 kilómetros del lugar donde ayer fue encontrado.

El religioso pretendía volar, sin ayuda de motor, hasta los municipios de Cascavel o Maringá, ciudades del interior del estado, cercanas a la frontera con Paraguay, para darle visibilidad a una protesta en favor de unos camioneros.

No obstante, los fuertes vientos que soplaban aquel día en la zona lo desviaron de su ruta y lo empujaron mar adentro. El sacerdote desaparecido jamás completó un curso de vuelo.

Según Petrobras, los tripulantes del remolcador Anna Gabriela hallaron además equipos que podrían ser los utilizados por el cura en su fallido intento.

En su búsqueda participaron grupos de rescate del cuerpo de bomberos y de la Fuerza Aérea de Brasil, que rastreó la zona con helicópteros en las semanas siguientes al accidente, sin hallar señales del prelado.

El último contacto que mantuvo de Carli con tierra fue poco después de desviarse de su ruta.

Telefoneó a los servicios de emergencia locales para solicitar ayuda y pedir instrucciones para utilizar un dispositivo de localización por GPS, que llevaba consigo, pero del que desconocía su funcionamiento.

El sacerdote, de 42 años, era famoso en Brasil por haber emprendido otros vuelos arriesgados con centenares de vistosos globos de colores. En su último vuelo, de Carli trataba de superar su récord personal de globos.

[EL COMERCIO / AGENCIAS].

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